viernes, 29 de abril de 2011

Dialogos de los vicios. Hernando Cortés Pico. Parte once

Dialogos de los vicios. Hernando Cortés Pico. Parte Once, Sátira inedita.
El Dilema; hablan la apatía, el despotismo, la rebelión y la xenofobia.

(El murmullo que sonaba por la siguiente misión de todos los convocados, se vio lleno de alegría optimista pero con la dificultad de la tarea, algunos discutían acaloradamente. Pasados los diez minutos concedidos por la anfitriona Envidia, se sentía que las discusiones de grupo no se ponían de acuerdo. Dijo la Envidia nuevamente: Gracias por el interés en este primer premio. Ahora pasará la Mentira con una urna por cada uno de sus asientos y depositarán sus votos. Delego a la Resignación el conteo de los mismos. Pasados unos minutos, dijo la Resignación. )

A pesar de algunos que se abstuvieron de votar,
la gran mayoría lo hizo,
por lo tanto es valido el siguiente conteo.
16 votos para los científicos e intelectuales. (Aplausos)
15 votos para los lideres religiosos. (Aplausos)
15 votos para los hombres y mujeres del común. (Aplausos)
12 votos para los potentados y sus agentes. (Aplausos)
13 votos para los políticos y electores. (Aplausos)
5 votos para la clase media. (Aplausos)
4 votos para el arte y las comunicaciones. (Aplausos)

(Con los resultados en mano, la Envidia dijo: Siendo que la elección del sector humano que más usa nuestros distinguidos servicios y a pesar de la competencia tan reñida, definitivamente el ganador es: El sector !científico e intelectual! Quien será condecorado con una placa construida en arena de desierto como símbolo a su mezquindad y su resequedad de humanismo. Por el orden mostrado en este primer concurso, sigamos con la presentación de los que faltan. Fue la Apatía quien se dirigió a los presentes y dijo:)



La Apatía
Soy la Apatía,
que significo la fuerza que invade de razones
al desalmado consigo mismo.
Soy la exactísima indolencia
que también me confunden con el escepticismo.
Gracias Ignorancia por los favores recibidos.

Soy la dejadez de lo bueno.
Estímulo y afecto, para mí son porquerías.
Soy la impasibilidad del animo.
Mente que poseo la desnudo de pasiones de humanidad.
Los instintos más rastreros doy a quien me posee.
Basura llamo a la energía y el vigor.

Poseo la mismísima alma en contra de todo y de todos,
además de con él mismo.
El desinterés de las juventudes a través de los tiempos
en las ciencias y su entorno,
fui yo quien lo inculcó.
Soy el arte de la indecisión.

Toda la gleba mundial la poseo.
La pobreza extrema me idolatra.
El amor al prójimo y hacia si mismo, yo lo recogí.
Soy la meta de toda la clase media mundial,
cuando decide subir a estratos del burgués
a punta de codazos, puños y patadas.

Soy la consigna de generación en generación
que lleva el gen de un oligarca.
Soy el escudo que decora el anillo del Papa.
¡Y me importa un comino
si gano algún reconocimiento en esta cumbre!


(No aplaudieron a la Apatía. El Despotismo tomó lugar y dijo:)


El despotismo
Soy el despotismo que despóticamente hablando,
soy el dueño del hombre y la mujer déspota
que desprecia y lo desprecian.
Ninguna autoridad me limita
porque soy la autoridad absoluta.
Soy el mando supremo y el trato duro.
Todo tipo de subordinación lo conceptuó como inferior.
Soy el verdugo de los pueblos dóciles.
Los poderosos me usaron
y lo trasmitieron a todos los enquistados en el poder.
Impongo el desprecio entre los hombres con el desprecio.
Ilustrado me llamaron
y lo sigo siendo con la razón o sin ella.
Cuando poseo un hombre
lo convierto en cruel y masoquista.
Soy la actitud propia de todo intelectual superior.
Me ensaño con las masas por su desinterés en si mismos,
y doy eternas gracias a la pereza y la ignorancia.

(La Pereza y la Ignorancia dijeron a coro: les reiteramos a todos, que somos un dechado de servicios. Gracias despotismo por tu reconocimiento. Continuó el Despotismo)

Soy el abuso de autoridad
y el espíritu de los ingleses con títulos.
Aristocracia es un termino de mi cuño.
Mi trato con los pipiolos humanos
lo doy con fuerza, sometimiento y desprecio.
Soy la brutalidad, la arrogancia y la jactancia.
Gracias a mí existen potentados
y otro tipo de poderosos inalcanzables.
Soy el artífice de la degradación humana.
Soy el maestro en el infundir temores.
Gracias al político que me utiliza y me sutiliza.
Gracias superstición por tus secretos.
Odio las letras y sus creadores.
Amo al suizo y su neutralidad.
Soy el fundamento en el espíritu de un líder religioso.
Tiranía, dictadura, nacionalismo, salvajismo, corrupción y yo,
somos comandantes vitalicios en el pentágono.
Gracias a mi ética,
mantengo la distancia entre negros, indios,
judíos, árabes, gitanos pobres y ricos.
Los imperios como el romano yo los sostuve,
hoy hago lo mismo con Norteamérica y sus aliados.


(Modestos aplausos. La Rebelión siguió en turno)

La Rebelión
Soy la Rebelión.
El latín me llama rebellío,
pero insurrección también me dice todo poderoso
que ahora con humildad me apoda terrorista
y yo lo acepto.
Soy la inspiración de todos los guerrilleros
del mundo aunque no me gustan
los que guerrean por justicia.
Los poderes del momento me catalogan de traicionero.
Soy una herramienta que se fabrica por X o Y fines.
La importancia que me da el hombre en cuestiones de estado,
no es más importante que la que yo direcciono en la mente.
Mis cualidades de destrucción en la mente humana
se cristaliza en los caminos torcidos
que obligo a tomar al estúpido hombre
y lo convierto en delincuente “racional” o irracional.
Soy sutil y polifacética
cuando de las juventudes se trata.
Yo alimento el feminismo libertino
y próximamente alimentaré de mí al tercer sexo.
Para los conductistas humanos soy muy importante.
Tengo algunos rebeldes en la gloria mental de los hombres,
pero también mandé al infierno a un tercio.
Gracias a muchos hombres que me ven con buenos ojos
y ven en mí la solución a sus libertades.
Soy el temor de los hombres “superiores”.
Soy la canción de protesta que insita rebeldías sin educación.
Soy la protesta estudiantil y el garrote del Estado capitalista y lacayo.
Soy el leguleyo que insta a la muerte y la destrucción.
Soy el joven inexperto y lleno de traumas.
Soy el arete y el tatuaje que se marca sin conciencia
y me camuflo con la suave vulgaridad verbal.
Soy el rap y la ranchera.
Soy la que levanto las masas
contra sus opresores ¿o viceversa?
Soy la resistencia al bien o al mal si me conviene.
Me disfrazo de anarquista y hago creer los que sea.

(Aplausos largos con afecto recibió la Rebelión. La Xenofobia dijo:)


La Xenofobia
Soy la Xenofobia.
En mi seno duermen todos los que a bien gracias
cultivan todo tipo de fobias,
en especial los nacionalistas estúpidos.
Soy la mentalidad del sueño americano.
Todo extranjero me repugna.
Soy la simplificada obsesión excesiva.
Soy la dueña de las segregaciones por raza, piel o territorio.
Con los negros, los judíos, los gitanos, los tutsis,
los colombianos, los rwandeses, los serbios, los croatas,
los irlandeses, los mexicanos, los cubanos,
los salvadoreños, los guatemaltecos, los argentinos, los vascos,
los bosnianos, los herzegovinos, los chinos, los musulmanes
y occidentales, me pasé a la dementefobia.

Me convierto también en xenoantrópofa
con gente que me caiga mal.
Soy el temor irracional compulsivo.
Gracias a hombres de las razas superiores,
me popularicé en todo el globo,
pero desde los viejos tiempos detesto todo lo que no sea blanco.
Cuando me da la gana
discrimino dentro de mis mismos linderos territoriales.
Hago pedazos la maldita tolerancia;
¿A que no me adivinan quienes son antioccidentales?
¿A que no me adivinan quienes son antimusulmanes?

(Aplausos muy emotivos dieron a la xenofobia. La Mezquindad dijo:)