jueves, 17 de febrero de 2011

Peter Nerd

Pete Nerd
Tomado del la WEB.
Un día, cuando yo era un adolescente en la escuela secundaria, vi a un chico de
mi clase que caminaba hacia su casa cuando regresaba de la escuela. Su nombre era Pete.
Parecía que llevaba todos sus libros de la escuela. Yo pensé para mis adentro,"¿Por qué alguien traería todos sus libros a casa en un viernes?
Realmente debe de ser un nerd." Yo tenía un fin de semana muy bien planeado (fiestas y un juego de fútbol con un amigo el sábado por la tarde), encogí mis
hombros y seguí caminando cuando vi a varios niños que corrían hacia él golpeándolo y tirando todos sus libros y al mismo tiempo haciéndolo tropezar para que él aterrice en la suciedad. Sus gafas salieron volando, y yo las vi aterrizar en el césped aproximadamente a diez pasos de él. Él se levantó y vi una gran tristeza en sus ojos. Mi corazón fue hacia él. Así que, corrí hacia donde estaba y cuando se arrastró para buscar sus gafas, vi una lágrima en sus ojos.
Cuando yo le di sus gafas, le dije, "Esos tipos son unos tontos. Ellos realmente deberían hacer algo con su vida."
¡Él me miro y dijo, "gracias!"
Había una sonrisa grande en su cara. Era una de esas sonrisas que mostraba realmente gratitud. Yo lo ayudé a recoger sus libros, y le pregunte donde vivía.
Resultó que vivía cerca de mí casa, y por eso le pregunté por qué yo nunca lo había visto antes.
Él contesto que había asistido a una escuela particular antes de asistir a esta.
¡Yo nunca me hubiera juntado con un niño de una escuela particular antes!
Platicamos todo el camino a casa, y yo llevé sus libros.
Él resultó ser un chico bastante agradable. Le pregunté si quería jugar fútbol el sábado conmigo y mis amigos. Y me dijo que sí.
Salimos el fin de semana y entre más conocía a Pete, más me agradaba su forma de ser y mis amigos pensaban lo mismo de él.
El lunes al llegar a la escuela vi a Pete de nuevo con todos sus libros. ¡Yo lo detuve y le dije, "muchacho realmente vas hacer músculos con esos libros que cargas diario!"
Él apenas se rió y me dio la mitad de los libros.
Durante los próximos cuatro años, Pete y yo nos hicimos grandes amigos.
Cuando estábamos en la Preparatoria empezamos a pensar en la universidad.
Pete decidió irse a Georgetown, y yo a Duque.
Yo sabía que nosotros siempre seríamos amigos, y que la distancia nunca sería un problema para nuestra amistad.
Él quería ser doctor, y yo iba por un negocio relacionado con una beca del fútbol.
Pete era siempre el primero de nuestra clase y yo lo fastidiaba todo el tiempo diciéndole que era todo un Nerd.
Él tenía que preparar un discurso para la graduación. Y me alegré de no ser yo el que tenía que levantarse allí y hablar. El día de la graduación, vi lo bien que lucia Pete.
Él era uno de esos tipos que realmente encontró su camino durante la preparatoria.
Él se veía realmente bien con sus gafas.
¡Él tenía más citas que yo y todas las chicas lo amaban! Es mas, algunas veces yo sentía envidia. Pero hoy era uno de esos días en que sabia que él estaba nervioso por lo de su discurso. ¡Así que, le di una palmada en la espalda y le dije, " grandulón tú eres el mejor!!!” Él me miro con una de esas miradas de agradecimiento y sonrió. "Gracias," dijo.
Cuando empezó su discurso, aclaró su garganta, y empezó. "El graduarte es un tiempo para agradecer a aquéllos que te ayudaron a través de estos años difíciles. Tus padres, tus maestros, tus hermanos, quizá hasta a un entrenador físico…. pero principalmente a tus amigos.
Yo estoy aquí para decirles a todos ustedes que siendo amigo de alguien es el mejor regalo que ustedes pueden dar.
¿Yo voy a contarles una historia?
"Yo mire a mi amigo con incredulidad cuando él contó la historia del primer día que nosotros nos conocimos. Ese día él había planeado suicidarse durante el fin de semana. Habló de cómo había limpiado su locker para que su Mamá no tuviera que hacerlo después y que se llevó todos sus libros a casa. Me miro fijamente y me sonrió.
"Gracias a dios que me salvó. Mi amigo me salvó de hacer lo indecible…” oí un completo silencio de parte de toda esa muchedumbre al oír como este muchacho guapo y popular nos contaba su momento más débil. Yo vi a su Mamá y papá mirándome y sonriéndome con una sonrisa agradecida. No fue hasta ese momento que yo comprendí la profundidad de este asunto.
Nunca hay que subestimar el poder de nuestras acciones. Con pequeños detalles podemos cambiar la vida de una persona. Ya sea para bien o para mal.
Dios nos pone en la vida de otros para impactar unos a otros de alguna manera.
Busca lo bueno en otros siempre.

A Dios rogando y con el mazo dando

Y nosotros también: ¡A Dios rogando y con el mazo dando!
Por: Hernando Cortés Pico
¿Qué pasará si perdonamos los insultos e intrigas de la ultraderecha por una semana?
Dichoso es el que permanece en silencio e ignora, incluso, muchos insultos. Cien males pasan sin tocarlo. Difícil, muy difícil para la revolución Bolivariana el cumplimiento de tan noble mandamiento; ¿podemos los y las revolucionarias dejar pasar las mentiras, intrigas y toda la palabra proferida todos los días, a toda hora y minuto a minuto por los enemigos naturales y gratuitos que tenemos en la ultraderecha internacional y local? Además de difícil, se complementa el impedirnos un perdón a quienes no sólo les basta los insultos que con corbatas Christian Dior, relucientes rostros y “buen léxico”, nos lanzan en sus medios, sino que amenazan con desestabilizar al país, buscar asesinar a nuestro comandante presidente Chávez y de seguro asesinar a mansalva uno o dos millones de revolucionarios en caso de tomar el poder nuevamente.
Razón suficiente para no poder cumplir al pie de la letra la máxima dada en el Sanedrín 7ª, libro de consulta obligada a ciertos religiosos. Y más difícil aún, cuando otros “religiosos” ensotanados y “pastores”, manifiestan la misma actitud en contra de todo el proceso revolucionario y enfilan sin cesar, tamañas maledicencias con sus hediondas jetas con la que también mencionan el nombre de Dios.
Difícil, muy difícil quedarnos quietos e ignorar a quienes son conscientes, “educados” y convencidos de sus acciones. Nos queda muy difícil quedarnos calladitos y misericordiosos cuando cualquier “personaje” internacional o nacional acusa sandeces e intriga contra nosotros. Si alguien en este mundo es consecuente con sus actos, son precisamente quienes han venido por centurias manipulando la ignorancia de las mayorías; ignorancia mantenida para control total de las mentes y el robo de las riquezas que son de todos. No puedo aplaudir cuando muchos hombres progresistas reconocidos internacionalmente, dicen que la ultraderecha mundial no entiende, que se les hace incomprensible que la oligarquía nacional ataque la Revolución y al comandante cuando estamos haciendo leyes para beneficio del pueblos y de todos; pues le digo a raimundotoitomundo, ¡que la oligarquía nacional y mundial entiende nuestro proceso más que todos los revolucionarios de Venezuela y el mundo!
Cuando este humilde escribidor que generalmente escribe con cierto temor de no decir las cosas que debiese decir, se pregunta lo que pasaría si no contestáramos las ofensas diarias y perdonáramos por una semana a esos coños de su madre, repito, se lo pregunta, a sabiendas que sería el mayor error que cometeríamos porque las consecuencias serian catastróficas para los incautos perdonadores. Los deseos no faltan, pero en verdad, hasta la misma Tierra está cansada de los malvados y la mente colectiva les desea todos los males. Y estamos seguros que el Dios de los creyentes no nos perdonaría si nosotros cometemos el error de perdonarlos. ¿Cómo perdonar a un José Miguel Vivanco que despotrica contra cualquiera por la paga que recibe de CIA? ¿Cómo perdonar los periodistas de CNN y todos los palangristas del mundo? ¿Cómo perdonar a quien acribilla a inocentes en Irak o Afganistán? ¿Cómo perdonar a quienes empobrecen los pueblos sólo por satisfacer su consumismo salvaje? ¿Cómo perdonar a quien manipula la información y la ciencia? ¿Cómo perdonar a un Obispo o cualquier religioso que viene por generaciones engañando a los seres humanos? ¡El Dios interior de cada uno de nosotros que nos perdone por no poder perdonar a esos mierdas con forro humano, pero simple y llanamente no podemos!
¿Cuándo perdona la oligarquía internacional a un campesino que reclama sus derechos? ¿Acaso en este instante no están matando a sindicalistas en Colombia y líderes campesinos en México con escuadrones de la muerte? ¿Acaso los asesinatos de los jóvenes de nuestras barriadas en todas nuestras grandes o pequeñas ciudades no son accionadas por el control mental que ejerce el maldito sistema capitalista? Y en todo el Mundo lo siguen haciendo; Guatemala, El Salvador, Argentina, Chile, Colombia, África, Irak y Afganistán, pagaron y están pagando la consecuencia de haber perdonado a quienes son más “educados” y más creyentes que nosotros. No olvidemos que la naturaleza del capitalista se asemeja a la metáfora que nuestro Comandante Chávez nos recuerda a cada rato; la del Alacrán que le dice al Sapo que lo ayude a cruzar el rio y el sapo le dice ”no porque me picas” el alacrán lo convence y el Sapo muy gentil lo cruza; el Alacrán le paga con su aguijón porque esa es su naturaleza. Nos queda difícil, muy difícil perdonar por una semana, porque si damos un milímetro de ventaja a quienes debiésemos perdonar, será nuestro acabose. Por lo tanto, nosotros también, ¡a Dios rogando y con el mazo dando!
¡Patria socialista o muerte!
Chávez es socialismo!
nandopico@yahoo.com

Lucas

Lucas

Tomado de la WEB.

Lucas era el tipo de persona que te encantaría odiar.
Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir.
Cuando alguien preguntaba cómo le iba, él respondía: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo". Era un gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que
las meseras seguían a Lucas era su actitud. Él era un motivador natural: si un empleado tenía un mal día, Lucas estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación.
Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Lucas y le pregunté: No lo entiendo… no es posible ser una persona positiva todo el tiempo… cómo lo haces?
Lucas respondió: Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo: "Lucas tienes dos opciones hoy: Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor. "Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello.
Escojo aprender de ello. Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo sacarle el lado positivo de la vida.
Escojo el lado positivo de la vida.
"Si… claro… pero no es tan fácil (protesté).
"Si lo es – dijo Lucas. Todo en la vida es acerca de elecciones.
Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tú eliges como reaccionar a cada situación. Tú eliges como la gente afectará tu estado de ánimo. Tú eliges estar de buen humor o mal humor. En resumen: "TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".
Reflexioné en lo que Lucas me dijo. Poco tiempo después, dejé la industria restaurante era para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Lucas cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar a ella.
Varios años más tarde, me enteré que Lucas hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante. Dejó la puerta de atrás abierta una mañana y fue asaltado por 3 ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación.
Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon.
Con mucha suerte, Lucas fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de 18 horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Lucas fue dado de alta aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Lucas seis meses después del accidente y cuando le pregunté como estaba, me respondió: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".
Le pregunté que pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó:
"Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso recordé que tenía 2 opciones:
Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir".
¿No sentiste miedo?, Le pregunté. Lucas continuó. "Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de médicos y enfermeras, realmente me asusté… podía leer en sus ojos: Es hombre muerto.
Supe entonces que debía tomar acción… "¿Qué hiciste? Pregunté.
"Bueno uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grité: Sí, a las balas…
Mientras reían les dije: "Estoy escogiendo vivir… opérenme como si estuviera vivo, no muerto". Lucas vivió por la maestría de los médicos pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendí que cada día tenemos la
elección de vivir plenamente.
La actitud, al final, lo es todo.
"Solo se frustran aquellos que dejan de ver la parte positiva de sus resultados".
"Espero que pases un feliz día"
* Autor desconocido