domingo, 10 de abril de 2011

El sistema no lo cambia ni el putas; la naturaleza es la única. Por: Hernando Cortés Pico

El sistema no lo cambia ni el putas; sólo la naturaleza puede ayudar a los pueblos inocentes

Por: Hernando Cortés Pico

Todo lo fue construyendo el egoísmo de los canallas y el cabio que pedimos se hizo imposible; y si algo logra cambiar un tantico, es para que nada cambie.

Mientras en silencio la tierra gira sin descanso desde el siempre que todos ignoramos, son incontables las voces que se atalayan para que el sistema capitalista merme la ambición y el egoísmo que sus métodos de vida consumista le obligan para actuar como lo hace en toda la geografía de la Tierra. Para nadie es un secreto que los “poderosos” del mundo tienen su “poder” a merced de los abusos y la sangre de todos los pueblos inocentes.

En este momento, la fuerza de los imperios se impone de manera cínica. “Certifican” y desertifican a quien quieren cuando les da la gana, cómo les da la gana, e invaden y bombardean por encima de la opinión de los pueblos. Condenan a inocentes como a los 5 cubanos patriotas y las decenas de chivos expiatorios que encierran en Guantánamo y cárceles secretas, al mismo tiempo que liberan a terroristas confesos como a Posada Carriles; roban lo que quieran por todo el mundo y sus pueblos castrados no se inmutan porque les insensibilizaron sus asombros.

En este preciso instante, 50 millones de drogadictos en Norteamérica se inyectan heroína, absorben cocaína por sus narices ya podridas, fuman marihuana, piedras y otras drogas que su mismísimo “Gobierno” les proporciona. Drogas alucinantes que les brinda la oportunidad del escape de la realidad, que a sabiendas sus esclavistas, es la manera de mantenerlos en su traba eterna para dominarlos, repito, y les facilita obtenerla por todos los medios.

En este instante, en Colombia, Afganistán, México y Centroamérica, Italia, Malasia y otros tantos países del mundo destinados por sus climas, corrupciones y facilidades de transito de todos tipo de drogas, sufren los embates de las guerras entre el poder de sus mafias locales o internacionales, guerras convencionales protagonizada por los Estados Hundidos y cuanta violencia les puedan imponer para que la población drogadicta norteamericana y europea tengan sus dosis necesarias de sustancias al día. Y la sangre corre en las calles y guetos donde se comercian las drogas, y también corre la sangre en los países donde el mercado de estos productos es la industria por excelencia.

En este momento, Irak, Libia, Costa de Marfil y otros países de África, sufren guerras por sus materias primas. Lo misma guerra que se vive en los barrios de los países del “tercer mundo” con pandillas delincuenciales programadas, que matan a sus vecinos y que el terror convierte a todos en materia prima cuando millones de emigrantes regalan sus fuerza de trabajo a terratenientes y a países capitalistas “poderosos”. Países “tercermundistas” que se saquean de frente, por la fuerza, avalados por la “la comunidad lacaya internacional” con pocas excepciones. Bombas y asesinatos “legales” con “daños colaterales” que se les amontona tierra en corto tiempo sobre los cadáveres y el dolor de las víctimas.

En este instante, el imperialismo norteamericano y sus aliados que consumen el 60% del petróleo mundial y, Estados Hundidos a la cabeza con el consumo de 25 millones de barriles diarios, busca su voraz consumismo a la fuerza. Injuria, calumnia y bombardea sin contemplación a cualquier país del mundo que pretenda ser independiente. Impone sus políticas económicas y militares, y no hay nadie, ni país independiente ni “unidos”, que intente parar los abusos que se cometen contra los pueblos del mundo.

En este momento, fabricantes de todo tipo de armas y municiones producen artefactos para las matanzas entre nosotros. Ametralladoras, pistolas, bombas y cañones, además de las minas quiebrapatas, que para instalarlas en los campos se utilizan militares “legales” y su “trabajo”, lleva el objetivo de mutilar las “patas” de millones de campesinos que abandonan los campos y engrosan las miserias en la chabolas de las ciudades con sus patas de palo y muletas improvisadas, donde mendigan y enriquecen las ONGs que se alimentan de sus “desgracias” planeadas en otra de las cadenas de injusticias sin fin.

En este instante, líderes políticos del mundo, y entre ellos muy pocos, se enfrentan a la canalla con la valentía de sus pueblos, pero la gran mayoría, permanecen al margen de la realidad de sus hermanos y aceptan con sus silencios y sus cuentas secretas, el momento para disfrutarlas con el beneplácito de los canallas que los sometieron y que luego los olvidan.

Wall Street, en este momento especula en la bolsa de Nueva York y marca los pasos económicos falseados a los millonarios del mundo que son los únicos beneficiados. La mentira financiera y el engorde o las flaquezas del dólar y monedas sin sustentos, ventilan su “poder”, mientras “expertos” en los medios de sus propias comunicaciones analizan las formas más “correctas” de mentir al mundo que no entiende esa cosa de la economía mundial, porque es tema vedado al inocente que es quien produce.

Ahora mismo, millones, miles de millones de hombres y mujeres están ausentes de sus pensamientos; ignorando que sólo en sus pensamientos está la solución de problemas propios o impuestos. En este instante son desviados de la realidad en los estadios, gimnasios, la televisión, o espectáculos de masas, donde el futbol, otros deportes y artistas y payasos, les entretienen sus espíritus adormecidos.

En este momento, los reyes, jeques y multimillonarios árabes, saborean las mieles de sus riquezas planeando en sus palacios cómo mantener divididos a sus hermanos que imbuidos en arcaicas costumbres y creencias, los separa de sí mismos y por ende de su propia raza.

En este ahora, 6 mil personas están siendo asesinadas en las calles de todo el mundo como cuota diaria, por delincuentes que actúan con violencia contra sí y contra todo, sin saber que son conducidos por “políticas” conductuales bien estructuradas. Académicos des-humanizados, ricos y gobernantes, viven convencidos ahora mismo, que las muertes violentas diarias son necesarias para mantener un balance demográfico. Crueldad científica que en este instante es validada en oscuros recintos de honorables “doctores”.

Ahora mismo, policías y rescatistas de animales en los países “desarrollados”, practican el doble rasero, cuando muestran en programas de televisión sus “misericordias” socorriendo perros, gatos y otras mascotas; labor loable que fuera verdaderamente noble, sí sus soldados y mercenarios no masacraran hombres, mujeres, niños y ancianos en otros países.

Y la Tierra en este instante, que quizás sufre en sus entrañas como ser vivo que és, es víctima en este momento en su flora y su fauna cuando se caza al tiburón por sus aletas y no hay ley humana que lo impida. Ni gobiernos, ni pescadores, ni comerciantes, ni aún Japón, que es el principal protagonistas de esta empresa homicida contra la naturaleza y que en este momento sufre los embates de la misma como cuenta de cobro, de seguro que cuando se recupere de sus daños volverá con la misma tenacidad a cortar aletas al escualo y devolverlos vivos y mutilados al mar y a cazar ballenas sin escrúpulos.

En este instante, los pobres de África y el mundo rebuscan en sus pequeñas parcelas algo de comer, escarban en los basureros de las grandes ciudades; trabajan en maquilas y fabricas por dos dólares diarios en horarios de trabajo de doce horas o más, laboran en construcciones sin elementos de seguridad necesarios ni seguros por accidentes, venden productos artesanales o caramelos en las calles o piden limosnas en los semáforos; en este momento los pobres del mundo son bombardeados por los medios de información que le impone su verdad. Los pobres de la tierra ignoran el origen de sus desdichas, mientras en el mismo instante de sus ignorancias, los que conducen sus lamentos, planean cómo seguir manteniendo sus llantos y sus ignorancias en todas sus entrañas.

Y en este instante, las religiones programadas para castrar los espíritus con esperanzas en el más allá, prometen la vida eterna a millones que sentados en sus bancas desde siglos, mantienen la mentira por generaciones, aún, en este siglo XXI cuando no valen ni las oraciones de judíos, ni católicos, ni cristianos, ni musulmanes, ni chamanes.

En este instante, Hugo Chávez Frías, el 62% del pueblo venezolano, un pequeño grupo de países de América, el comandante Fidel Castro y su pueblo que resiste un bloqueo de 50 años, se plantan firmes contra ese mundo somnoliento y despreocupado de sus realidades.

En este instante ocurre lo mismo que ocurre desde siempre y continuará ocurriendo porque el hombre y la mujer se convirtieron en incapaces de solucionar el problema de todos. Sólo las mentes que de seguro nos llaman apocalípticas, nos atrevemos a pedir con todas nuestras fuerzas que la Tierra proceda contra todo, que la naturaleza en conjunto actué sin misericordia contra todos, antes que nosotros acabemos con ella.

¡Patria socialismo o muerte!
Chávez es socialismo!
nandopico@yahoo.com