domingo, 3 de abril de 2011

Dialogos de los vicios. Hernando Cortés Pico. Parte ocho

Dialogos de los vicios. Hernando Cortés Pico
Parte Ocho. Sátira inedita

Viene la Pobreza hablando de la parte siete.

La Pobreza
y que cuando se lo regresen pasado por vencimiento
y perforados con gusanos de plomo,
no se lo envuelvan en esas bolsas negras con cierre gigante.

Gracias al Banco Mundial
por su ayuda en el mantenimiento de mi status.
Gracias a Sudamérica
que me aceptan en todo su continente como lógica,
natural y filosófica.
Yo no soy tan mala,
porque tengo la esperanza que en unos 400 años
igualo a todos con la clase media, ¿o será viceversa?

En la prostitución infantil
tengo 4 millones de concursantes
y creo que tengo esperando por entrar a mi programa
otros 2 millones en este momento.
En cuanto a la juventud, les digo que no se desesperen
que pronto pasan a la tercera edad
sin necesidad de pasar por la adulta.

Sinceramente soy la única realidad mundial.
¿Como me pueden medir y definir
si los hombres viven orgullosos
de mi posesión material y mental?
Desde los viejos tiempos soy la misma
con diferentes estereotipos.

Soy la misma vaina en gringolandia o en la india.
Soy relativa-mente pobre-mente y paupérrima-mente,
una mente que me posee con toda su mente.
Me fascina cuando las estadísticas me miden sólo por la canasta.
Me emociona cuando les preocupa solo lo material de mí
y los entretengo mientras yo me enquisto
en sus cerebros de mierda.


(Los aplausos se notaron pobres porque esperaban más de la Pobreza. Fue la superstición quien con una vela encendida en la mano dijo:)


La Superstición
Soy la superstición.
Soy la creencia y la practica de lo irracional.
Gracias Ignorancia por tus beneficios.

(Venia de la ignorancia, que se sentía la más congraciada en ésta evento)

Lo desconocido es un terror, tanto, tanto,
que el haragán ser humano
se tiene miedo él mismo porque él mismo
es desconocido para él mismo
y valga porque valga para él mismo.

Soy la fe y la desvalorización desmedida.
El latín me llama superstitío,
que supersticiosamente es una mentalidad crédula
de la mentira y de todo tipo de agüeros.
Los que poseo no dan un paso sin mí.
Amo a los gatos negros por la suerte que me dan.
Pongo las escaleras por todas las calles
para ocasionar desgracias.

La magia negra y la hechicería
son mis argumentos de venta y convencimiento,
mostrando mi poder con los africanos y los haitianos,
que viven rebosantes de bienestar
y sus gobernantes los respetan.

¡A la orden estúpidos!
¡Vendo barato un amuleto!
¡Vendo la mata de sábila!
¡Vendo medallas y escapularios!
¡Tengo los baños y los riegos en oferta!
¡Oraciones por un real!
¡Leo cartas!
¡Te leo el horóscopo y te fumo el tabaco, solo por mil Bolívares!

Soy la redactora de mitos y leyendas.
Ni la tecnología ha podido conmigo.
Gracias al cine y la televisión por mantenerme vigente.
Soy la creadora de sací, la llorona, el hombre lobo
y el jinete sin cabeza.
Mi ultima creación para los latinos fue el chupacabras.
Soy la mafia...e....digo la magia y la corrupción
e.....digo la adivinación.

Gracias a los indios y los negros casi asusto a los blancos.
Soy la única arma que podría asustar al blanco.
Mis respetos al galeno que acepta la realidad del “mal de ojo”.
Mi mayor victoria está en la estancada del intelecto
de los péndejos hombres y mujeres.
Soy el fantasma y el coco.

La religión católica me debe parte de sus fortunas.
Soy la gestora de la represión intelectual.
Soy la respetada cultura de los pueblos.
Las constituciones de todos los países del mundo
me permiten con su articulo
de respeto a la cultura de todos los pueblos
porque los redactores saben que soy verdadera.

Esoterismo también me llaman.
Hereje que me encuentre, hereje que lo aso, dijo el inquisidor.
Religión o filosofía que no me use, no la usan.
¿Quien inventó los misterios de las religiones?


(Aplausos modestos. La Calumnia siguió en turno.)


La Calumnia
Soy la Calumnia.
El latín me llama Calumnía calumníatur.
Desprecio todo lo que signifique verdad y soy temeraria.
Cuando me da la gana ni los muertos se me escapan.
Gente influyente en el arte, la política,
lo social y la ciencia, son mis objetivos.
Imputo con cinismo a sabiendas que es falso,
pero de que me imputo me imputo y si no creen me emputo.
Soy la ofensa a la moral.
Al que tiro al piso no lo recogen ni con pala.
Acusando con falsedad nadie me alcanza.
Causo el daño y me quedo tranquilita.
El derecho me llama desacato y me gusta este símil.
Uso los niños porque a estos les creen lo que sea.
¡He tumbado reyes, presidentes y ministros y me quedo fresco!

Periodista expertos en mis artes tengo por doquier.
Le levanto una farsa a cualquiera sin más ni más.
Satán, me llama el libro de los hebreos y los cristianos.
Dicen que soy infame, pero mis poseedores viven felices.
Injurio e insulto con la palabra y el pasquín y punto.
Me encargué de Sócrates
y después a Platón lo puse como plato quebradizo.
“Zapatero a tus zapatos” y voy corriendo a lo mío.
Dignidad humana que me caiga mal,
le pongo la sinhueso sin contemplación.
Yo doy cuenta de todo el que me de la gana,
y uso el medio que me de la gana,
porque voy de la mano del poder.
Los medios de comunicación me tienen mucho aprecio.
Gracias a la Envidia por nutrirme de clientes.


(Aplausos con moderación dieron a la Calumnia quizás por el cansancio. El Asesinato intervino y el ambiente se animó.) Continuá en la parte Nueve